1. Vikingos vs Irlandeses En el siglo IX los vikingos llegaron a Dublín, en Irlanda, y la conquistaron gobernando por 300 años. Luego esta cultura se fundió con las raíces galas, formando una hibridación cultural muy interesante. 2. Los vikingos eran paganos al comienzo En un comienzo, todos los vikingos eran paganos y creían en varios dioses, entre ellos Odín, Thor y Freya. Estas divinidades vivían en Asgard, un lugar que se encontraba conectado con la Tierra. Además, consideraban que el fin del mundo se daría a través de una batalla llamada Ragnarok. Entre los siglos VIII y XI, los vikingos atacaron varias iglesias y monasterios cristianos en la costa europea, pero para el siglo XII la mayoría habían sido convertidos al cristianismo. 3. Cascos simplificados Cuando en las películas o animaciones nos muestran a un vikingo, casi siempre usa un casco con alas o cuernos, algo totalmente alejado de la realidad. Los verdaderos cascos de vikingos eran una pieza de metal muy simple que cubría toda la cabeza, con una pequeña visera y un metal que protegía la nariz. Por otro lado, las mujeres se vestían provocativamente con largas capas de colores fuertes y una pieza de metal sobre el pecho que dejaba ver su figura. 4. Comerciantes exitosos La imagen más difundida de los vikingos es la de guerreros sangrientos y crueles, sin embargo, una de sus principales actividades era el comercio. En un comienzo distribuían marfil de morsa y piel de oso polar de Groenlandia, sedas y especias de Constantinopla. Cuando la población creció demasiado, debieron salir a buscar esclavos y botines de guerra en otras tierras, extendiendo su reputación. 5. Drogas naturales Las historias nórdicas hablan sobre los Berserkers, guerreros que eran sorprendentes en la batalla y eran motivados por la presencia de sangre. Los nuevos estudios proponen que la actitud de estos vikingos tenía que ver con la consumición de un hongo alucinógeno llamado Amanita Muscaria. 6. Usaban relojes de sol A diferencia de otros navegantes, los vikingos viajaban en mar abierto y no cerca de la costa. Incluso cuando debían adentrarse en el Círculo Ártico, usaban relojes de sol para orientarse, debido a que en el verano el sol nunca se esconde. Las estrellas no podían ser de ayuda, y de esta manera podía saber dónde estaban ubicados. Cuando el día estaba nublado utilizaban “Cristales mágicos”, unas rocas que polarizan la luz solar permitiendo la orientación. 7. Eran excelentes navegantes Sus barcos no eran los más fáciles de manejar, por su tamaño y peso, y sin embargo se las arreglaron para cruzar el Océano Atlántico numerosas veces. Con sus capacidades de orientación y conocimiento de los lugares, pudieron llevar sus grandes embarcaciones a destino. De esta manera llegaron a Groenlandia e Islandia, e incluso a Canadá, 500 años antes que Cristóbal Colón llegara a América.